Los jueces y la autoridad
Eduardo García Michel
_Cucharita, a que usted no sabe lo que he encontrado, revolviendo papeles.
_Viniendo de usted pudiera ser cualquier cosa.
_Es de la justicia que quiero hablarle.
_Pues, dígame, bachiller Abimbao.
_ ¡Qué vergüenza! Fíjese, ¡estamos intervenidos! Usted ve este documento “Informe de país No. 11/177, julio del 2011”.
_Si. Es del llamado FMI, del que ahora se queja la autoridad.
_Mire la página 14:”El Banco Central acordó reducir sus acreencias sobre los antiguos propietarios de Bancrédito en 42% (a RD$10,300 millones), y aceptar pagos a través de la transferencia de un número de diferentes activos. A cambio, los antiguos propietarios fueron descargados de sus pasivos remanentes y la sentencia de cárcel fue reducida.”
_Diablos, Abimbao, el Fondo se adelantó a la autoridad. Pero la verdad es que esa gente sigue presa y con la misma pena, o ¿fue que se equivocó el Fondo?
_No lo creo, Cucharita. Lo que pasa es que los jueces tienen miedo de interpretar mal la señal y el poder político no la aclara porque todo le resbala. No les importa el destino de nadie, sino su conveniencia propia. Son seres perdidos en su propio mundo de egolatría y oropeles.
_Pero, Abimbao, lea: “la transacción resulta en una amplia ganancia neta en el balance financiero del Banco Central”, que sustituye activos que estaban evaluados en RD$2,500 millones por otros valorados en RD$10,300 millones, con lo que el Banco Central obtiene ganancias por RD$7,800 millones. Otro informe señala que gracias a eso el Gobierno pudo cumplir uno de los topes que el Fondo le había impuesto.
_Que malagradecidos son, caaraaaajo. Cuantos cuartos, Cucharita, cuantos cuartos! Eso no se había visto nunca antes en el país. Y seguro que los bienes entregados valen más que el monto por el que fueron recibidos, pues al que está pisado todo lo malo se le pega.
_Abimbao, ¿Y cuanto tiempo hace que se hizo ese pago de tantos millones al Banco Central?
_Ya se cumplió un año y tres meses, Cucharita. Y le repito que todavía siguen presos.
_ ¡Ay, si fuera yo, Abimbao! Hace tiempo que los hubiera desnudados, carajo. Tantos hipócritas juntos. Y eso que la autoridad monetaria y el ministerio público desistieron, ambos, de la persecución judicial, con lo cual ya no existe el expediente grande de Bancrédito, pero siguen presos por el expediente de Bancrédito chiquito, ya sea por inquina, o porque no se atreven a resolver nada, y los jueces no asumen su responsabilidad.
_Y que señal será la que quieren dar a la sociedad, Cucharita. No me explico.
_Abimbao, la de su indolencia, pues no les importa nada, ni nadie, salvo su propio bienestar; la que muestran cada día que se les va en bla bla bla; la de que aquí da lo mismo cumplir, que no cumplir; pagar, que no pagar; asumir compromisos y responsabilidades, que no hacerlo. Esa es la señal que está quedando.
_Mire, Cucharita, pero si es tan fácil. Esos jueces “altos” tienen en sus manos el expediente de revisión del caso Bancrédito chiquito, originado por unos inversionistas, que retiraron la querella antes de empezar el juicio. No hay acusadores privados, ni tampoco público. La fiscalía desistió. No hay prueba válida alguna.
_No me cuente, Abimbao, que este es un caso que solo existe porque se lo inventó la propia autoridad, como los romanos tenían un circo para deleitar a la plebe con el espectáculo de gente descuartizada tirada en la arena para deleite de una multitud ebria.
_Si, Cucharita, pero esta comedia pesada dio lugar a que les cantaran ocho años de cárcel, de los cuales llevan tres cumplidos.
_Abimbao, en apariencia los jueces “altos” son cómplices de esa infamia. Si quisieran resolverlo solo tendrían que declarar admisible la petición de revisión que está en su poder desde hace casi un año, como lo es en buen derecho y en justicia. Pero huelen que el caso es político. ¡Político! ¡Poooolítico! Así como suena. Los jueces tienen miedo de hacer lo que es justo y los políticos son presos de confianza de sus propias artimañas y confunden lo real con lo virtual; aparentan, simulan, se acartonan.
_Bueno, Cucharita, ¿qué buscan, entonces?
_Sencillo: los jueces, proteger sus intereses; los políticos, retener y ampliar su control. Buscan los medios de comunicación, si, los medios. Condicionarlos, manejarlos.
_ ¿Y, para qué?
_Porque temen al futuro y piensan que creando una realidad ficticia, virtual, les va a ir mejor.
_ ¡Qué pena, Cucharita! Deberían darse cuenta que el daño que hoy hacen, mañana podría repercutir sobre ellos.
_ ¡Fuiquiti! Es que se creen inmunes y que no hay dolientes. Y se equivocan medio a medio; deberían saber que si los hay.
