Azúcar y funda
Eduardo García Michel
_Abimbao, vea usted. Antes, cuando se tocaba el himno, se izaba o arriaba la bandera, la gente se paraba en posición firme, con respeto y veneración. Ahora no. ¿Por qué?
_Cucharita, hay un trastrueque de valores. Unos creen que el orden y la disciplina son propios de la dictadura, y que la libertad equivale a desorden e irrespeto. Y otros confunden democracia con populismo. Y así no es.
_ Ya viene usted con teorías. Lo que falta es educación. No le dé vueltas al acordeón.
_Tienes razón, Cucharita. ¿Ves esa funda con los platos y vasos plásticos que acabas de tirar en la cuneta? Recógela y así empezarás a civilizarte. Si cumples con lo más simple, poco a poco se formará una sociedad avanzada.
_ Anjá. ¿Usted cree que porque uno deje de tirar basura en la cuneta, ya con eso se desarrolla la sociedad? Entonces, ¿adónde dejo el vaso y el plato? ¿Quiere usted que me los coma? Es que no hay zafacones, ni camiones para retirar la basura puntualmente. Por eso el barrio está lleno de ratones.
_Disciplínate, manganzón. Cada cual tiene que poner de su parte, desempeñar su papel, y pagar el servicio. Empezando por ti y terminando con la docta autoridad, o viceversa. Y hacerlo bien.
_ ¿Que qué hago con la funda, eso es lo que estoy preguntándole?
_Mira, para no decirte lo que no se te ha perdido, llévala en tus manotas hasta que encuentres sitio. Y si no lo encuentras, hasta que llegues a tu casa y ahí la botas en el zafacón.
_ Está bien, pero entienda que la autoridad debe facilitar las cosas, en vez de vivir de ocurrencias. ¿Se dice así, patrón? Piscinas en el malecón, en vez de recoger la basura, limpiar e iluminar la ciudad, velar por la seguridad, ordenar el tráfico, reducir la contaminación. ¿Nos estamos volviendo locos?
_Cucharita, este sería un gran país si pusiéramos un poco de empeño en ordenarlo. ¿Qué me dices del tráfico de vehículos?
_ ¡Diantre! La jungla. Todos “reburujados”, compitiendo con salvajismo por bloquear la circulación, con tal de imponer la ley caprina. No hay modales. Con el dinero y tiempo que se pierde en los tapones, hace mucho que deberíamos haber tenido un transporte público eficiente, ordenanza apropiada, y un cuerpo policial funcional. Pero, nada de organizar. No se han atrevido antes, ni se atreven ahora, por miedo a la reacción caprina.
_ Tal vez haga falta volver a enseñar en la escuela la asignatura “Moral y Cívica”, como sugiere Alfredo Cruz Polanco, para que permee todas las capas de la sociedad.
_Entonces ¿sería buena idea poner a los funcionarios y aspirantes a recibir cursos intensivos en una escuela pública, para que el ejemplo venga de arriba? Imagínese cuan graciosos se verían sentados en sus pupitres, con camisa azul y pantalón kaki, sacapuntas, y lápices de crayón.
_Pues, si. Podría comenzarse por inculcarles normas elementales, como aquello de respetar lo ajeno, pues tiene dueño. O servir a los demás, en vez de a uno mismo. O resolver los problemas, no hacerlos perdurables. O a actuar con humildad y transparencia.
_Y también habría que llegar al pueblo llano. Estimularlo a que sea pulcro y limpio, y a que adopte hábitos saludables.
_Así mismo, Cucharita. No basta con bañarse y untarse desodorante. Es una pena que tantos se hayan acostumbrado a convivir con la basura, tener las manos sucias, y asumir que la vida es bachata, sexo, paticas de puerco, y ron. Grasa, mucha grasa.
_ Agárrese. He visto a enfermeras que no se lavan las manos, ni se ponen guantes cuando hacen análisis de sangre al paciente o aplican otros procedimientos.
_Es que nadie les recuerda que es indispensable extremar la higiene, y por eso ha habido tantos casos de de infecciones evitables y hasta mortales.
_Si, fíjese. Se convive con la mugre. Ya son pocos los que barren el frente de su casa y patio, o edificio. Hasta el pudor se ha perdido: algunos hacen del cuerpo en la carretera y calles a la vista de todos. Tampoco se respeta a los mayores, y ya ni siquiera a los padres.
_Por eso mismo es urgente introducir en la escuela la asignatura “Moral y Cívica”, o su equivalente, aunque ¿dónde estarán los maestros? Así como establecer campañas masivas de orientación ciudadana en lo que es básico.
_Déjese de sueños, Abimbao. Lo que falta es ¡azúcar y funda! ¡Funda! ¡Funda! Hacer cumplir la ley, con mandurria, quiero decir, rigor.
_ !Carajo! Veciiiiiiino!, baje ya ese radio, que el ruido me tiene sordo. Ponga la música para usted, no para el vecindario.
_!Siiiii! Ya sé que el radio es suyo, pero el oído es mío, abusador.
(edogarmi.fullblog.com.ar)