Blog gratis
Reportar
Editar
¡Crea tu blog!
Compartir
¡Sorpréndeme!
img
img

 

 

notas de eduardo
Blog de egarciamichel

img
img
30 de Enero, 2012 · economía

Conjurar los fetiches

Conjurar los fetiches

 

Eduardo García Michel

 

En los últimos años, y como proporción del PIB,  el consumo se ha incrementado y el ahorro interno ha disminuido. Somos una sociedad que gasta más de lo que produce, y el exceso de gasto de consumo se convierte en déficit con el exterior.

 

El sistema de precios de una economía funciona como un distribuidor de tráfico: facilita el paso, o lo cierra. Así, en la economía dominicana, los precios internos, o sea la inflación, han tenido un comportamiento diferente al precio de las divisas, que es el tipo de cambio. La consecuencia ha sido obstruir el desarrollo de la producción interna y fomentar el consumo de bienes importados.

 

En efecto, desde 1991 hasta septiembre pasado, el índice de precios al consumidor aumentó en un 520%, mientras el índice del tipo de cambio lo hizo en sólo un 204%. Es obvio que si los precios y costos internos suben a un ritmo mayor que al que se ajusta el tipo de cambio, los bienes de producción local se encarecen en relación a los producidos en el exterior.

 

Según un estudio de la firma Ecocaribe, en ese mismo período el crecimiento de los sectores no expuestos a la competencia internacional fue de 252%, en contraste con sólo un 134% de los sectores expuestos a esa competencia. Si se quiere tomar un período más corto, por ejemplo entre 2000 a 2010, el resultado es que la contribución de los sectores no transables explica el 76.7% del PIB, mientras que la de los transables es meramente residual, del 22.4%.

 

O sea: hemos disminuido la capacidad de competir, tanto en mercados extranjeros como en el local.

 

Aparte de los precios relativos, otros factores explican el fuerte déficit en el sector externo, entre ellos: los impuestos no pueden exportarse, y el financiamiento es insuficiente.

 

Lo que resulta inocultable es que algunas políticas públicas han estado conduciendo al desequilibrio en balanza de pagos. Ahí existe un cuello de botella que quita potencial al crecimiento de la producción local, del empleo y de los ingresos.

 

Y, oh paradoja, eso se ha estado haciendo en nombre de garantizar una estabilidad quizás mal entendida.

 

Hay consenso en el valor de la estabilidad, y en el papel relevante que juega la confianza. Sin ellos, la incertidumbre se apodera de los agentes económicos. Y el entramado productivo se diluye.

 

Pero hay que insistir en que la estabilidad macroeconómica verdadera es aquella basada en una vigorosa acumulación de reservas internacionales, producidas por un aparato productivo competitivo. La otra es artificial, engañosa, colgada de la frágil ventanilla de préstamos y de inversiones volátiles de corto plazo.

 

Por tanto, convendría conjurar los fetiches y convertir la estabilidad auténtica en el punto de apoyo para el crecimiento sano y equilibrado.

 

Se palpa en el ambiente que los próximos años serán de transformaciones profundas. La actitud no debería ser resistirlas por inercia, sino ayudar a que lleven la dirección correcta. Quizás esto obligue a modificar comportamientos, a hacerse más participativos, poner el peso de los negocios en la habilidad y visión para gestionarlos.

 

La economía tiene gran potencial, montado en la expansión dinámica del sector exportador de bienes y servicios. Probablemente los pilares de la política económica pasarán a estar colocados en el estímulo a las actividades expuestas a la competencia internacional, y eso servirá como impulso a la demanda de los demás sectores.

 

Hay fuerte exclusión social y grandes desequilibrios. Atenuarlos, corregirlos, no sólo es un acto de justicia, sino también la mejor garantía de convivencia pacífica y de generación de oportunidades para todos.

 

Somos un país pequeño, con deficiencias evidentes en los niveles educativos. Habrá que hacer un esfuerzo extraordinario y apoyar los planes que de seguro vendrán para transformar el rostro del sector educativo y convertirlo en el verdadero soporte de la competitividad. Eso llevará recursos, tiempo y disposición genuina de colaboración.

 

A pesar de las limitaciones y obstáculos, esta economía ha demostrado que tiene una capacidad asombrosa de recuperación luego de una caída, y  que dispone de flexibilidad para abordar los retos. La aspiración es que podamos concentrarnos en resolver los problemas en vez de extasiarnos en el diagnóstico; que perdamos el miedo a tomar decisiones desde  la esfera pública por creer que hacer, resolver, tiene un costo político.

 

¡Qué paradoja!, cuando el mayor costo es no hacer, no resolver, mantenerse paralizados por el inmovilismo en que se mece el clientelismo político, gran cáncer de la sociedad.

 

El futuro nunca está predeterminado; puede ser modelado por el concurso de todos. Y en esta ocasión se vislumbra que habrá oportunidad para que entre lo público y lo privado se produzca una concertación histórica que catapulte la nación al desarrollo.

 

publicado por egarciamichel a las 10:51 · Sin comentarios  ·  Recomendar
Más sobre este tema ·  Participar
Comentarios (0) ·  Enviar comentario
Enviar comentario

Nombre:

E-Mail (no será publicado):

Sitio Web (opcional):

Recordar mis datos.
Escriba el código que visualiza en la imagen Escriba el código [Regenerar]:
Formato de texto permitido: <b>Negrita</b>, <i>Cursiva</i>, <u>Subrayado</u>, <li>· Lista</li>
img
.Sobre mí
FOTO

Eduardo Garcia Michel

futbol

» Ver perfil

img
.Calendario
Ver mes anterior Mayo 2024 Ver mes siguiente
DOLUMAMIJUVISA
1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031
img
.Buscador
Blog   Web
img
.Tópicos
» cuento (13)
» cuento sátira política (14)
» economía (14)
» General (11)
» historia (6)
» poema (4)
» política (1)
img
.Nube de tags [?]
img
.Secciones
» Inicio
img
.Enlaces
img img
FULLServices Network | Blog gratis | Privacidad