Las hidroeléctricas
Eduardo García Michel
_Ingeniero Salvador Dájer, ¿es verdad que usted se opone a la construcción de dos presas en el Artibonito?
_Oiga Abimbao, lo que pasa es que la presa proyectada en Las Dos Bocas, que es donde Macasías desemboca en el Artibonito, justo en la línea fronteriza, le serviría exclusivamente a Haití en riego, acueductos, energía.
_ ¿Y qué hay de malo en eso?
_Piensa un poco, Cucharita. El embalse ocuparía decenas de miles de tareas agrícolas dominicanas, inundaría 30 kilómetros del río Macasías y destruiría el canal de riego Rinconcito Macasías. La inundación cubriría a Potro Blanco, Rinconcito, Manyaya, Guaroa, El Guayabo, Hato Nuevo, Guayabal y otros numerosos pueblos dominicanos.
_Este hombre parece que sabe. ¿Y cuál es la segunda presa?
_Es la presa de El Corte que estaría totalmente en territorio dominicano en donde el río Artibonito corre paralelo a la carretera internacional, aislando a ésta y ahogando tierras y pueblos de la cuenca del Artibonito, sin ningún beneficio para la República Dominicana, porque el nivel del embalse estaría muy bajo con relación a las tierras dominicanas irrigables.
_ Abimbao, ¿será que este hombre quiere que Haití se fuña?
_Se equivoca, Cucharita. Lo que ocurre es que Haití tiene el sitio de La Chapelle, muy adecuado para sustituir la ya deficiente presa de Peligre, que sería un poderoso puntal de apoyo para la renovación y el futuro de Haití.
_Ya veo, Dájer, y sin inundar tierras dominicanas.
_Asímismo es, Cucharita.
Ingeniero, se ve que a usted tampoco le gustan las hidroeléctricas en el país.
_Mire, Abimbao, hay que saber que en 2005 apareció el panfleto “Plan de Desarrollo Sostenido de la Generación Hidroeléctrica para el Período 2005-2015 y Volumen de Inversión Requerido”, que propone 28 grandes proyectos de saltos, e incluye las presas desfasadas del Artibonito y saltos ya desechados como Manabao-Bejucal-Tavera.
_ ¿Y qué significa eso?
_Abimbao, avívese. Con los valores del “Plan” a la vista, inversión de 1,042 millones de dólares y producción media anual de 1,002 millones de kilovatios horas, es fácil concluir que la potencia real efectiva de los siete saltos es tan solo de 114 megavatios; que el tiempo de trabajo del conjunto sería de unas 6.6 horas diarias o 100 días al año; que el kilovatio de potencia efectiva costaría 9,119 dólares y que el kilovatio hora se produciría a un costo de 0.36 de dólar si se consideraran solamente los intereses, abono al capital y los gastos de administración y mantenimiento.
_ Anjá, y que más quiere usted que se incluya, glotón.
_ Respete, Cucharita. Si se llegara a considerar el incuantificable valor de los miles de tareas de tierra inundada, agricultura arrasada, bosques destruidos, reubicación de familias, daños ecológicos y sociales, caminos de acceso, deterioro de la vida del embalse, el valor del kilovatio hora sería incosteable, y sin embargo el gravoso “Plan” está en marcha. Pinalito terminado y Palomino en construcción.
_ Abimbao, este hombre tiene razón. Pinalito costó un fracatán y tiene agua cuando hay ciclones. Y Palomino será lo mismo.
_Atienda, Cucharita. Una térmica similar a la Itabo de 125 megas de potencia, cuesta unos 125 millones de dólares, es decir, a 1,000 dólares el kilovatio efectivo, en vez de los 9,119 dólares de los saltos, puede trabajar 24 horas diarias o sea 365 días al año y producir 1,095 millones de kilovatios horas, que es más electricidad que las de las siete hidroeléctricas propuestas, a un costo muchísimo menor del kilovatio hora.
_Lo que ese hombre dice, Abimbao, es que las hidroeléctricas cuestan más y producen menos, sin contar el inmenso daño ecológico que producen y del que nadie quiere darse por enterado. ¿No es eso, Dájer?
_El total de los 28 saltos produce menos electricidad que dos ITABO, a un costo diez veces mayor.
_Diantre, ya yo entiendo: los que ganan son otros y no el país. ¿No es así, ingeniero?
_Hay elementos para pensar, y también para estar conscientes de que proyectar saltos hidroeléctricos como los del Plan de Desarrollo, es una propuesta de incalificable agresión a intereses vitales de la República.
_Diablos, Abimbao, que tronco de hombre este Dájer. Es un negocio entre contratistas, funcionarios, y prestamistas. Igualito que en CDEEE: más redondo que la bolita del mundo.
_Si, Cucharita. Solo en un país tan invertebrado como este ocurren estas cosas. Los interesados en el negocio son los que determinan la decisión de ejecutar los proyectos. El interés particular cabalga a sus anchas sobre el colectivo. Y, en el trasfondo, ¿la política?
Don Salvador, excúselos. Estos dos han armado una entrevista ficticia con usted, sin ni siquiera conocerlo. Utilizaron un artículo suyo. Es que están jugando a periodistas.
