Blog gratis
Reportar
Editar
¡Crea tu blog!
Compartir
¡Sorpréndeme!
img
img

 

 

notas de eduardo
Blog de egarciamichel

img
img
27 de Febrero, 2012 · General

En recordación de Lourdes Michel

En recordación de Lourdes Michel

Eduardo García Michel

Era 4 de julio de 1971. Llegábamos recién casados, Eugenia y yo, en el Covadonga, un viejo barco español, de turismo y de carga, en una travesía de 14 días que unía a Vigo, con San Juan de Puerto Rico y Santo Domigo.

Arribamos al Puerto de Haina. Nos dijeron, o lo entendí así, que la nave traía  una maquinaria que sería usada en algún proyecto hidroeléctrico y tenía que ser descargada en un lugar apropiado.

Desmontamos y bajamos; yo entusiasmado por volver a mi tierra luego de casi 8 años de peregrinar y estudiar en España. Eugenia ilusionada y con el corazón latiendo en un puño, pues Iniciaba un proyecto común sin el calor de sus referentes cercanos y en un ámbito cultural tan diferente.  

Veníamos, en la relatividad de las cosas, de la luz cegadora de la cultura europea, a la sombra acariciante de la caribeña.

En el muelle nos esperaban algunos familiares y amigos. Aquel puerto combinaba la majestuosidad de la naturaleza tropical, con los signos de desorganización y subdesarrollo de la vida nacional.

Así empezó para mí el camino que casi todos tenemos que trillar cuando formamos un hogar. Lleno de retos, incertidumbres y vacíos por llenar. Lo hicimos con una fe que podía resistir cualquier adversidad y con el convencimiento absoluto de que nada nos detendría.

En las presentaciones iniciales de aquella española recién llegada, surgió la figura de mi prima Lourdes Michel, todavía soltera. Se habían conocido previamente en Madrid, pero a partir de ese momento se convirtió en bujía inspiradora, siempre dispuesta a compartir y a abrir caminos, con su talante bondadoso y dado a la amistad.

En esa época trabajaba en el Royal Bank of Canadá. Tenía innumerables amigos, que la adoraban, no sé si por su acentuado candor y pureza de sentimientos, o por su disposición permanente de servir de sostén y ayuda a quienes la necesitaran. Nunca exigió nada, y siempre se dio por entera.

Muchos años la separaban de Eugenia, pero no fue obstáculo para que se convirtieran en hermanas del alma. Al principio, y a pesar del salto en edad, fuimos sus “chaperones” en el noviazgo que empezaba entonces con Miguel Bissie, y después, una vez casados,  celebramos con alegría su consolidación como pareja, correlativo al nacimiento de nuestras hijas.

Un amasijo de generosidad como era ella, unió su vida a un quijote navarro, como es él, que con desprendimiento pleno arriesgó su vida en un 30 de Mayo de hace ya 50 años por la libertad de éste que no era su pueblo, pero que desde hace tiempo ya lo es. Y de esa unión solo podía salir un hogar íntegro, abierto, cálido, rebosante de amor y de ternura.

Lourdes fue paño de lágrimas; confidente, y consejera. Lazarillo que guió a mi esposa por la geografía escabrosa de la cultura local, hasta ayudarla a convertirse en una dominicana tan auténtica como las que nacen en esta tierra. Resultó ser el ángel guardián y milagroso que componía todo con un toque prodigioso, asentada en la magia de su transparencia absoluta.

Si el destino no le permitió tener descendencia propia, en cambio fue una madre, cariñosa y dulce, de nuestras hijas, a quienes mimaba como si fueran propias, como si el amor y amistad que profesaba al mundo le diesen autoridad para imperar en el sentimiento de todos.

No sé que pesaba más en el magnetismo que nos unía: si el fuerte vínculo creado a raíz de la participación de Miguel Bissie en la gesta de 30 de Mayo, en que se involucró una parte importante de mi familia, o ese talante sencillo,  ingenuo, auténtico, pleno, del que ambos hacían gala.

Fue, junto a Miguel, la compañera siempre presente en las celebraciones significativas y en los momentos de duda y de dolor. Durante muchos años compartieron con nosotros el fin de año en las altas cumbres de Constanza. Al igual que viajes y recorridos por España y la geografía nacional.

Aprendió y nos enseñó a reírnos de nosotros mismos para hacer aflorar lo más  humano de cada cual. Juntos supimos burlarnos de nuestra propia sombra, imperfecciones y vanas pretensiones.

Se fue sigilosa, al filo de San Valentín, con tanto tacto que en la fecha de la amistad nos dio la gran alegría de que estaba mejorando de su dolencia sorpresiva. Fue su última travesura. No quería amargar a nadie en una fecha tan simbólica. Se despidió temprano, en el adiós eterno, al amanecer del otro día.  

Fue escandalosamente humana; recia, conversadora hasta el cansancio; íntegra, candorosa,  sincera, tierna; amorosa; y elevó el valor de la amistad a cumbres nunca antes alcanzadas.

¡Descansa en paz, querida prima! ¡Cuánto te extrañaremos!

publicado por egarciamichel a las 08:03 · Sin comentarios  ·  Recomendar
Más sobre este tema ·  Participar
Comentarios (0) ·  Enviar comentario
Enviar comentario

Nombre:

E-Mail (no será publicado):

Sitio Web (opcional):

Recordar mis datos.
Escriba el código que visualiza en la imagen Escriba el código [Regenerar]:
Formato de texto permitido: <b>Negrita</b>, <i>Cursiva</i>, <u>Subrayado</u>, <li>· Lista</li>
img
.Sobre mí
FOTO

Eduardo Garcia Michel

futbol

» Ver perfil

img
.Calendario
Ver mes anterior Mayo 2024 Ver mes siguiente
DOLUMAMIJUVISA
1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031
img
.Buscador
Blog   Web
img
.Tópicos
» cuento (13)
» cuento sátira política (14)
» economía (14)
» General (11)
» historia (6)
» poema (4)
» política (1)
img
.Nube de tags [?]
img
.Secciones
» Inicio
img
.Enlaces
img img
FULLServices Network | Blog gratis | Privacidad